En España se consumen aproximadamete 4,5 kilos por persona al año. Puede parecer una gran cantidad, pero si lo comparamos con los 12 kilos que se consumen en Finlandia, nos damos clara cuenta de cómo es el mercado.
Sin embargo, esos 4,5 kg, suponen casi 200.000 toneladas anuales de posos que van a parar la mayor parte de las veces a la basura. Veamos cómo todos esos millones de kilos de residuo orgánico pueden aprovecharse, para distintos usos y de este modo darle un nuevo enfoque al ciclo de vida y reciclaje del café.
Los invitamos a descubrir siete +1 usos alternativos del café, tanto en grano, como los restos una vez emulsionado.
1. Como ambientador
Dadas las características aromáticas del café, rico en ácido linoléico y compuestos orgánicos cíclicos, el café molido desprende un potente y persistente olor que impregna todo a su alrededor. Por ello es frecuentemente utilizado, envuelto en gasas transpirables, en espacios cerrados como armarios y también en neveras, para camuflar malos olores.
2. Como exfoliante
Los restos de café molido, son un excelente exfoliante para la cara y el cuerpo por su poder abrasivo y su PH ácido. Se puede utilizar sobre pieles muy secas y poco limpias en forma de emulsión con aceite de oliva o clara de huevo. La mezcla se flota sobre la piel y se deja reposar unos 15 minutos para que adhiera la capa dérmica de células muertas. Luego se enjuaga y aclara bajo la ducha. Posteriormente es importante aplicar crema hidratante sobre la zona que ha sido exfoliada.
Otra forma de utilizarlo como exfoliante es creando un jabón, con una base neutra de glicerina, agregando después los restos del café molido emulsionado. Dependiendo de la tolerancia de cada quien, el grano ha de ser molido más o menos grueso.
3. Para hacer abono
Dada su composición rica en fibras, compuestos orgánicos y elementos como el sodio, el potasio, el magnesio, el fósforo o el hierro, el poso del café es un excelente compostaje para las plantas del hogar.
La mejor forma de elaboración de un abono consiste en conservar los posos de la infusión en un recipiente ventilado y oscuro, mezclándolos con una buena cantidad de tierra para plantas de interior, de modo que los posos fermenten y se descompongan enriqueciendo la tierra. La mezcla se va revolviendo periódicamente y se aplica a medida de que se necesite para restablecer la tierra de los tiestos que ha perdido vigor. Previamente hay que controlar el PH de la mezcla para evitar que baje demasiado, ya que tanto los posos como la tierra húmeda suelen ser ácidos. Si es demasiado bajo, se puede corregir añadiendo un poco de cal acompañada de hierro soluble.
4. Para teñir el cabello
Se deja enfriar una taza de café y se aplica sobre el cabello a la hora de la ducha. Gracias a los compuestos flavonoides y otras modalidades de vitamina B, que se oscurecen con el tostado del grano y que abundan en el café, su poder de tinte es alto y los cabellos más claros o canosos lo absorberán sin problemas. Si lo aplicamos tras el lavado, mantendremos el pelo mojado de café unos 15 minutos. Para ello podemos ayudarnos de un gorro de ducha o de natación. Después, podremos aclararlo con agua abundante y el resultado será un pelo oscuro y brillante.
5. Como repelente
De nuevo las características aromáticas del café pueden ser utilizadas en nuestro favor. Del mismo modo que elimina malos olores, el grano molido y no infusionado es un buen repelente de hormigas. Basta con poner montoncitos de café molido en la ruta habitual de las hormigas, así como en las grietas por donde vemos que aparecen, para bloquear su acceso.
6. Como producto de limpieza
El poso de café es ácido y abrasivo, dos cualidades que debe tener todo producto limpiador de manchas. Pero además, a ellas añade la de ser un gran estabilizador electrónico de elementos cargados positivamente, como es el caso del polvo, al que atrapa.
El motivo es que el poso húmedo está cargado negativamente gracias a su riqueza en ácidos, y a que los ligoelementos no están en forma libre. En consecuencia, si aplicamos la pasta del poso con un trapo húmedo e incluso mojado con la propia infusión de café en una superficie con manchas de suciedad estratificada y frotamos con fuerza, veremos resultados muy positivos y de este modo, tendremos un producto de limpieza totalmente natural.
7. Como tinte de muebles
Por la misma razón que el café nos permite dar a nuestro pelo un tono más oscuro y brillante, es una buena idea aplicarlo con un pincel sobre la madera descolorida, siempre que ésta sea de tonos claros. Ayudará a dar uniformidad y brillo al mueble gracias a su capacidad de teñir la madera. Lo más aconsejable es modular con agua la oscuridad de la infusión que queremos utilizar como tinte.
Tip extra:
8. Ablandar la carne
La carne contiene fibras musculares y proteínas que pueden darle una consistencia dura.
El café contiene ácidos y enzimas naturales, lo que lo hace especialmente eficaz para ablandar la carne. La naturaleza ácida del café también puede ayudar a mejorar su sabor; basta con agregar los posos de café emulsionados a la carne dos horas antes de cocinarla. Los granos se cocinarán sobre la carne y formarán una costra oscura y crujiente. Alternativamente, se puede volver a preparar los posos usados para hacer café, dejar que se enfríe y usarlo para marinar la carne en el refrigerador hasta por 24 horas antes de cocinar.
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