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  • Foto del escritorCafé Porte

La historia del Café Affogato y cómo prepararlo

Actualizado: 7 nov 2023


En este verano tan caluroso que terminó hace pocas semanas, las bebidas frías a base de café ciertamente han tenido su importancia para aliviar el calor. Desde el café Dalgona hasta el Cold Brew, o incluso el Espresso tonic hasta Coffee Lemonade. Pues bien, hoy descubriremos en este post cómo nace uno de los cafés fríos más deliciosos y cómo preparar, considerado como un postre italiano, Caffè Affogato.



La preparación de este café es muy sencilla, basta con preparar un espresso doble y agregar una bola de helado de un sabor a elección entre Fiordilatte y Crema, si bien son permitidas otras combinaciones de sabores, pero digamos que la "receta original" es con los sabores mencionados anteriormente.


Nada más agregar el helado, el Affogato ya está listo para ser degustado. Ahora bien, hay gente que se pregunta si hay que revolver o no con la cuchara... En esto no hay una forma correcta de hacerlo. Nosotros sí preferimos hacerlo para mezclar mejor el café con el helado, pero repito, esto es a gusto de cada quien.



Veamos un poco la historia del helado


El origen del helado es bastante incierto, pero según algunas versiones, parece que hace unos 6.000 mil años aproximadamente, los chinos que ya utilizaban el hielo para conservar alimentos, mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas. De China pasó al antiguo Egipto, donde se servía en los banquetes celebrados por el faraón en copas de plata. Era una especie de granizado de jugo de fruta casi helada.


Por otro lado, se sabe que los Califas de Bagdad también mezclaban la nieve con zumos de frutas, dando origen a lo que ellos llamaban «Sharbets» y fue Marco Polo quien los introdujo en Europa en el siglo XIII tras uno de sus viajes; sí, los muy conocidos "polos" reciben su nombre en homenaje a este viajero.


En aquel entonces su preparación era muy complicada ya que se derretían con facilidad al no tener refrigeradores o cámaras frigoríficas, por lo que sólo la nobleza podía disfrutar de los helados. Pagaban a portadores para subir a las montañas a coger nieve y las almacenaban en casa en pozos profundos que tapaban con paja.


Pero los helados con leche, parecidos a los que conocemos y comemos ahora, no se dieron a conocer hasta mucho después, cuando un cocinero francés que servía en la corte inglesa, mezcló zumos con leche en el siglo XVI. Tuvo tal impacto este «invento», que el Rey Carlos I dio una recompensa al cocinero para que sólo se pudiera degustar en la mesa real.


Si bien los inicios son milenarios, el helado comenzó a tener éxito en el siglo XVII, específicamente en el año 1660, cuando un florentino llamado Francesco Procopio inventó una máquina que homogeneizaba las frutas, el azúcar y el hielo, con lo que se obtenía una verdadera crema helada, similar a la que hoy conocemos. Procopio, abrió en París el "Café Procope", donde además de café se servían helados y así se popularizó este producto. El invento llegó muy rápidamente a Italia y se hizo tan popular que en 1770 se exportó la primera máquina de helados a Nueva York. Se dice que el propio George Washington era tan fanático que la presentó en una de sus celebraciones.



El helado se encuentra con el café


A finales del siglo XVII, el café era uno de los principales aromas para los helados junto al chocolate que combinaba con los ingredientes básicos: leche, huevos y azúcar, haciendo de este postre uno de los más populares.


El nacimiento del café affogato, en cambio, parece mucho más reciente. Si bien no hay una fecha establecida, parece que se extendió en Italia en la década de los años 50 cuando la producción de helado se industrializó y modernizó. Recordemos que hasta la Segunda Guerra Mundial, el helado todavía era hecho con la nieve almacenada por el invierno en profundas cuevas subterráneas.



Volviendo a la historia del affogato, hay una versión que adjudica su creación al famoso fraile franciscano Angélico, quien vivía en la provincia de Cuneo en la región del Piamonte italiano, durante el siglo XVII y que se dedicaba a la preparación de licores. En especial del licor de avellanas que hoy en día conocemos como frangélico y el licor de café. Quienes insisten en esta versión, dicen que un día se le ocurrió mezclar helado de vainilla con un chorro de café espresso. A nosotros nos cuadra más, por una cuestión de cronología la primera versión, pero es algo que a nuestro entender carece de importancia, ya que lo importante es disfrutar de un buen affogato.


Las heladerías se hicieron cada vez más comunes en Italia, casi como los bares, y se convirtieron en un ícono del "Bel Paese", y fue en estos años, principalmente durante el verano, cuando los helados comenzaron a "ahogarse" en los café espresso. De Italia pasó a los Estados Unidos y se hizo principalmente muy famosa en Nueva York.


Si bien el postre nunca ha perdido su popularidad en Europa e Italia en particular, sí que ha perdido un poco de interés en los Estados Unidos sobre todo a raíz de la aparición del Frappuccino en 1992, invento de George Howell. El frappuccino fue concebido como la combinación de helado suave y café, para rendir homenaje al affogato, pero haciéndolo más parecido a un batido.


Recordemos que Howell fue uno de los pioneros del movimiento del Café de Especialidad en los Estados Unidos durante las décadas de los 70s y 80s y que a día de hoy tiene tres locaes de café en Massachusetts.


Cuando Starbucks compró la cadena Howell's Coffee en 1994, incluyó su tostador, su marca y sus recetas, incluido Frappuccino. Y distribuyeron esa bebida por toda América del Norte y al hacerlo sacaron al affogato del centro de atención.


Como no podía ser de otra manera, han surgido distintas variantes o interpretaciones del affogato, como por ejemplo la del chef Jamie Oliver, quien sugiere utilizar bolas de helado de vainilla con crocante de almendras tostadas, amaretti o biscotti, empapado en café tostado. Otros proponen incluso agregar un chorrito de licor o salsa de chocolate, pero eso os lo dejamos a vuestro gusto.


Sabemos del gran atractivo que tiene en los jóvenes el frappuccino, una bebida que a nuestro parecer suele ser demasiado dulce, abundante y calórica, pero para nosotros, un café affogato, preparado con un espresso de buena calidad y un helado casero, no tiene parangón!



Os dejamos el siguiente video desarrollado por Cuk-It! en el que se nos enseña lo sencillo que es preparar nuestro anhelado Café Affogato, si bien ellos le agregan un poco de licor de café a la receta original. Y es que lo que sea a base de café nunca está de más!





 

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