La cafetera de émbolo, también llamada cafetera de pistón, cafetera francesa o prensa francesa es uno de los dispositivos más simples para elaborar café. Inventado en Francia en la década de 1850, fue patentado en 1929 por el diseñador italiano Attilio Calimani, quien mejoró el diseño original. Años después, otro diseñador italiano, Faliero Bondanini, terminó de refinarlo para llegar al diseño que conocemos a día de hoy.
La prensa francesa se compone básicamente de dos partes; por un lado, un contenedor cilíndrico de vidrio o plástico y un émbolo, el cual discurre por dicho cilindro. El émbolo tiene en uno de sus extremos un filtro, ya sea de nylon, goma o aluminio, que permite dejar pasar sólo el agua y no los granos de café molido.
El funcionamiento de este tipo de cafeteras es muy sencillo; en un primer momento, se ha de verter en el cilindro agua hervida. Si no se quiere que esté muy caliente, conviene dejar reposar el agua unos 30-45 segs. Luego se procede a agregar el café molido. El tipo de molienda recomendado es grueso, del grosor de la sal marina, para que no haya restos de café molido en la bebida. La proporción es de 12 gramos de café molido por cada 150 ml de agua y una vez agregado el café, lo removemos un poco para que se distribuya en el agua.
Finalmente, se procede poner la tapa de la cafetera, y se introduce el émbolo en el contenedor. Se presiona el pistón de forma lenta pero constante hasta el fondo y se deja reposar unos minutos 4 minutos. Pasado este tiempo, ya está listo para ser servido y degustado.
Si deseas saber si un café elaborado con una prensa francesa tiene más o menos cafeína que un espresso, no dejes de leer esta entrada
Por cierto, esta cafetera también permite espumar la leche, por si deseamos hacernos un capuccino!!
Para ello, basta con calentar previamente la leche, introducirla en la cafetera y desplazar hacia arriba y hacia abajo el émbolo en repetidas ocasiones, formando de este modo un poco de espuma.
Unos últimos apuntes en la preparación de café con la prensa francesa:
Si bajar el filtro (accionar el émbolo), resulta difícil, es decir requiere hacer una gran fuerza de presión, quiere decir que la molienda es demasiado fina.
Si por el contrario, el filtro baja sin mucha resistencia, significa entonces que la molienda es demasiado gruesa.
Se recomienda retirar el líquido después de la preparación porque de lo contrario, la extracción de café seguirá ocurriendo, agregando sabores amargos. Es decir, es mejor pasarlo a otro recipiente si no es que no se va a consumir todo de una vez.
Hay que limpiar muy bien con agua a presión y preferiblemente sin agregar jabón y con cierta frecuencia, el filtro de la cafetera, ya que los granos viejos de café pueden quedarse atrapados, alterando así los aromas, sabores y fragancias de las nuevas preparaciones. Y como vimos en otra entrada, El Sabor del Café: No Todo es Cuestión de la Lengua
Os dejamos el siguiente vídeo desarrollado por French Press Coffee que nos enseña cómo se prepara una café con la cafetera de émbolo y vemos lo sencillo que es.
Resumiendo, la cafetera de émbolo, prensa francesa o french press, resulta muy cómoda y sencilla de utilizar. Basta encontrar el punto adecuado de molienda y para ello, no hay nada mejor que practicar. Sea cual sea la cafetera escogida, lo realmente importante es la calidad del café. Es preferible invertir un poco más de dinero en un buen café, sabiendo que de este modo, se estará disfrutando de una bebida de excelente calidad.
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